“Muchas clasificaciones de la vida diaria son categoriales: una mesa es una mesa y una silla es una silla. Por desgracia, la vida y los trastornos mentales pueden ser complicados y el modelo categorial se viene abajo en situaciones donde existen límites difusos (…..). En geometría un triángulo y un cuadrado nunca son lo mismo (....) Por el contrario, la mayoría de los trastornos mentales se mezclan de modo imperceptible con los trastornos más próximos…”
DSM-IV-TR (Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales), Guía de uso.
Uno de los riegos de considerar únicamente
los síntomas y comportamientos
observados en un niño cuando se realiza el diagnóstico, es que no quedan
explicadas las causas que han originado y mantienen el problema; ó lo que es lo
mismo, no se responde a la pregunta de por qué ese niñ@ actúa de tal forma que
acaba perturbando el bienestar de los demás y el suyo propio, por qué no puede
hacer de otra manera si en casa y en el colegio se le trata de enseñar; incluso
a veces, a costa de la atención constante de los adultos. La guía de uso para
profesionales del DSM-IV (Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos
mentales) no deja de advertir sobre
estas cuestiones (4), que no parecen ser tenidas en cuenta, cuando nos
encontramos situaciones en las que se utilizan estrategias terapéuticas
similares para niños que muestran síntomas afines:
Si la evaluación no permite explicar(nos)
cuál es la organización psíquica y cuales son los fallos que dan origen al
malestar y al comportamiento perturbado, el diagnóstico únicamente sirve para
fortalecer una identificación con lo patológico; ya que no se ofrecen más
respuesta ante “lo que no esta bien” que la que nos remite a la propia entidad
diagnóstica (esto es y volviendo al ejemplo del principio: me muevo mucho
porque tengo TDHA y tengo TDHA porque me muevo mucho). De esta forma, la problemática
del niñ@ queda inscrita en una lógica de la mala suerte; que lo coloca a su vez, en una
posición pasiva y cierra la posibilidad de pensar la complejidad de su historia
y el desarrollo de su subjetividad.
Sabemos que
una misma conducta puede estar sostenida por causas distintas. Así lo enfatizan,
algunos autores (6), refiriéndose al ya citado TDAH “el TDAH puede no ser una única entidad y ser un
nombre para un grupo de trastornos con diferentes etiologías y factores de
riesgo… y con diferentes desenlaces clínicos, más que una entidad clínica
homogénea”. A este respecto, Beatriz
Janin (7) enumera y explica distintas dificultades que se expresan a través de
falta de atención e hiperactividad. En este texto, me referiré únicamente a
algunas de ellas. En lo que se refiere a la falta de atención, esta la podemos
encontrar en niñ@s donde la atención esta puesta en captar la mirada del otro,
evitando de esta manera quedar excluidos. En otros casos, solo pueden atender a
lo que les resulta fácil, ante la dificultad de enfrentar un temido fracaso.
Una de las consecuencias de haber sufrido episodios de violencia, es un estado
de alerta permanente que impide fijar la atención. La retracción de la atención
también puede estar causada por estados de duelo ó pérdidas recientes. Respecto
a la hiperactividad, la encontramos en niñ@s en quienes no ha quedado
constituida la capacidad de discriminar los estímulos internos de los externos;
de esta forma, viven los estímulos internos (sueño, hambre, frío….) como algo que
les viene de fuera y tratan de deshacerse de “eso” que los perturba mediante
movimientos de huida. Otr@s niñ@s, tratan de asegurarse la presencia de la
madre ú otras figuras significativas a través del descontrol motriz; ya que no
pueden representarse existiendo en los pensamientos de otros durante su
ausencia, esto equivale a dejar de existir para ellos. Cuando se producen
fallos en la estructuración del pensamiento, el movimiento es un sustituto
fallido de la actividad de ligar la excitación con representaciones mentales. La
hiperactividad puede ser una forma de defensa, por un lado, contra la
depresión, con el movimiento se evita experimentar los estados de tristeza ó de
mantener activos y despiertos a adultos deprimidos; y por otro lado, frente al
temor que despierta la pasividad al ser asimilada a una identidad femenina. De
hecho, no es casual que el TDAH se presente en su mayoría en varones.
El abordaje
terapéutico no puede ser el mismo en cada uno de estos casos, sino que ha de
estar en consonancia con el tipo de dificultad mostrada por el niño y no con la
categoría diagnóstica asignada. Las actuaciones en el contexto familiar y escolar
y la atención terapéutica al propio niñ@, deben ir encaminadas a desbaratar las
causas que mantienen estas conductas y hacer posible una nueva organización
psíquica. Los riesgos que conllevan las actuaciones encaminadas a suprimir los
síntomas, sin conocer el trasfondo del problema, incluyen la cronicidad, con la
consiguiente instauración de déficit y la identificación con lo patológico, que comprometen seriamente el
desarrollo.
Referencias
- Evaluación
de la situación asistencial y recomendaciones terapéuticas en el trastorno
por déficit de atención e hiperactividad (2010) en Informes de Evaluación
de Tecnologías Sanitarias Osteba Núm. 2007/09. Servicio Central de
Publicaciones del Gobierno Vasco. http://www.infocoponline.es/pdf/Guia-TDAH.pdf
- Cuestionario
Conners para pardres: http://www2.gobiernodecanarias.org/educacion/17/WebC/lujose/HIPERPAD.htm
3. Cuestionario Conners para profesores: http://www2.gobiernodecanarias.org/educacion/17/WebC/lujose/HIPERPRO.htm
4. First, M. B.; Allen, F.;
Pincus, H. A.: DSM IV-TR. Guía
de uso. Ed. Masson, Barcelona, 2005. Pag. 17.
5. Brown, T. E. Trastornos por déficit de atención y comorbilidades
en niños, adolescentes y adultos. Barcelona, Masson, 2003.
6. Janin,
B. El ADHD y los diagnósticos en la infancia: la complejidad de las
determinaciones. Cuadernos de psiquiatría y psicoterapia infantil, 2006; 41. http://www.sepypna.com/articulos/adhd-diagnosticos-infancia/
Gracias le comparto en mi pagina de face y para mi aprendizaje con mi hijo .
ResponderEliminarMe alegro si esta opinión te es útil. Se que el debate es intenso y eso no siempre ayuda cuando uno trata de formarse una opinión y conocer sobre un tema.
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